Este mensaje acompañaba a este otro " Intuimos, nos realizamos, creamos" en la postal que recogí en clase. El primer mensaje se convierte en una paradoja: fracaso/ perfección. Ambos conceptos son incompatibles. El fracaso es algo subjetivo, el individuo piensa que fracasa, que no cumplió con su principal cometido. La perfección es por definición algo objetivo o más bien, pretende ser objetivo, por ello perfecto. La búsqueda de la perfección no es en ningún caso un camino seguro,sino todo lo contrario. De hecho es un camino además infinito ya que la perfección en sí misma no existe y ¿cómo puede entonces ser un camino infinito un camino seguro?
Más de acuerdo estoy con el segundo mensaje. Intuimos, nos realizamos, creamos. Aunque pienso que el proceso de creación es mucho más complejo que todo esto. La intuición nos lleva a crear y a tener nuevas visiones de la realidad, pero en todo caso la realización de uno mismo vendrá después de la creación, una vez veamos acabada nuestra gran obra. Ese momento de clímax. Provocar el resurgimiento de la intuición implica mostrarse abierto a todas las cosas, receptivo e interesado. De esta manera, será más fácil acoger las ideas que nos vengan dadas o que ya tengamos y extraigamos. Escudriñar en el proceso de creación se torna individual, en incluso mágico, íntimo algo que pertenece a un plano distinto del público, del general. En una fotografía sería ese plano detalle, tan subjetivo, tan nuestro.
Tal vez, ahora mismo este creando nuevos significados o retornando al principio de los mismos.Crear una vez más, la amplitud de todas las cosas.Intuición hace creación.
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